
La Maratón de TV3
José Segura
Ante todo vaya por delante mi profundo y sincero respeto, así como mi admiración, a la labor de La Maratón de TV3 y todas las asociaciones y personas que colaboran con ella en la recaudación de una suma de dinero tan necesaria para la causa a la que se destina. Y dicho esto, no puedo por menos que ponerme en el papel del abogado del diablo.
Resulta del todo inconcebible que los colectivos destinatarios de La Maratón y actividades similares dependan de la caridad popular para poder investigar y combatir o, al menos, paliar sus problemas. Son unas personas que, por el mero hecho de serlo, son acreedoras de pleno derecho a que los poderes públicos se hagan cargo de su situación. Es una obligación de nuestras autoridades hacer uso adecuado de los dineros públicos y atender estas situaciones. Debería ser un deber prioritario para nuestra clase política, tanto nacional como autonómica o local.
Cuando un colectivo humano relega la corrupción y el despilfarro al cuarto o quinto lugar de sus preocupaciones, vota a partidos llenos de presuntas actividades que se adentran en lo penal y, para lavar su conciencia, recurren a la limosna, resulta evidente que algo no funciona bien. La mejor donación que podemos hacer es pagar puntualmente nuestros impuestos y no permitir la consabida frase 'pero esto será sin IVA, ¿verdad?'. Acto seguido obligar a nuestros dirigentes a actuar en consecuencia y cumplir con las obligaciones para las que fueron elegidos.
Inevitablemente me viene el recuerdo de los años 50 y 60 que nos enviaban a los escolares con una hucha a recoger limosnas para el Domund (misiones) o el día de la banderita (Cruz Roja). En unas mesas situadas en el centro de la ciudad (Pº. de Gracia, Rbla. Catalunya, etc.) se ponían las damas de la sociedad de la época (esposas del alcalde, gobernador civil, presidente de la Diputación y otras) y venía a filmarlas el NO-DO para dar cuenta de lo abnegado de su dedicación social. Hoy, salvando las distancias tecnológicas, se hace lo mismo con la televisión, el President de turno se deja filmar atendiendo por teléfono, durante unos pocos minutos, las llamadas (1 ó 2) de personas que ofrecen su donativo/limosna.
Reiterando lo del principio, la actividad de La Maratón y similares me parece admirable, la de los gobiernos impresentable.
José Segura
Comentaris

A. Sánchez
Estimado José muy interesante tu comentario. La sociedad por desgracia funciona a toque de pito (por lo que está de moda, cuando tocan la fibra sensible, etc.), y como la memoria es efímera se olvidan de lo importante y prevalece la inmediatez y lo superfluo. La mayoría de gobernantes lo saben y actúan en consecuencia "Cada pueblo tiene los gobernantes que se merecen"

YA VALE MAS (todo sube)
Estoy muy de acuerdo en la cuestión planteada.
El trabajo del voluntariado, la generosidad de los ciudadanos, es encomiable. La cuestión es si con el altruismo social, no cubrimos las espaldas a muchos vividores de la politica. El otro día leo la noticia, la ministra del ejercito, Cospedal, pedia un 30% mas de presupuesto para las fuerzas armadas. Es barbaridad, comprar armas y crear miseria.